domingo, 29 de marzo de 2015

El casco de Gjermundbu

Desde hace tiempo soñaba con un Gjermundbu, hice un casco con oculares -en ingles los llaman spectacle-  y tapa de acero, pero con paneles de cuero endurecido con cera, el patrón del casco es igual al de los spangenhelm de la era de las migraciones.

En escandinava se han encontrado pocos cascos o armaduras, las más abundantes son del periodo vendel y después del siglo XII, con esto se discierne que las armaduras eran piezas caras, por lo tanto es probable que se usaran alternativas más baratas y accesibles como el cuero, sin embargo esto es sólo una teoría no probada.

A pesar de tener este bonito casco no me dejaba de preocupar la protección, me hice a la idea de compararme uno y comencé a ahorrar el dinero, con la subida del dolar mi ahorros se convirtieron en una miseria y opte por ir a buscar una lamina de acero a buen precio -las primeras veces que fui a preguntar las laminas estaban sobre los mil pesos, es decir cerca de 80 o 90 dolares- afortunadamente encontré laminas de calibre 16 de 2 metros por 1.50 metros en 350.00 pesos, así que me puse manos a la obra.

Antes de arriesgarme con el Gjermundbu decidí hacer un casco más simple, un spangenhelm. Fue un trabajo bueno, aunque tiene unas fallas, de cualquier forma aguanto perfectamente los duros hachazos que le dí -sólo algunos rayones y una pequeña abolladura- como soporte interior le puse un gorro removible echo en gamuza, el casco termino pesando un kilo aproximadamente.

Para el gjermundbu me equipe mejor, compre un martillo de hojalatero u un soplete, a pesar de que el calibre 16 se puede trabajar perfectamente en frío no hay como modelar con calor.

Los patrones para el casco -los saque a ojo, viendo fotografías del original- esperado estaban listos y plasmados en el acero, era hora de empezar a cortar y a martillar.


En el casco anterior los paneles me quedaron algo planes, en este me quedaron perfectamente convexos, el proceso de hacerlos encajar el uno con el otro fue una experiencia muy placentera.

El día era favorable, llovía, no muy fuerte pero si constantemente, hacia frío y podía ver mi respiración transformada en vapor, þhor bendecía mi trabajo.

Avanzo la mañana y la temperatura bajaba cada vez más, mi vaso de agua se escarchaba constantemente y mis dedos entumecidos inconscientemente rogaban por un poco del calor del acero rojo.

La tarde llego y el frío ni la lluvia ni mi voluntad menguaban.  Pese el insoportable frío los paneles se terminaron en la tarde, þhor me desafiaba y yo respondería a eso. 

Cerca del crepúsculo tenia la pieza terminada y atornillada. Era sólo cuestión de trabajar otro día entero. A falta de luz natural decidí dejar por concluido el trabajo ese día.

Al siguiente día la mañana me despertó con el frió sonido de la lluvia, apenas eran las 6:00 y el frío ya no dejaba que siguiera durmiendo, la mejor manera de combatir el frió es moverse, así que comencé a trabajar en el casco.



Empecé por colocar los listones por en medio de las uniones, seguido de esto hice la púa, con un tornillo de 1/4, para colocarlo en la tapa hice un circulo con un hoyo en medio, al remacharlo a los paneles la púa quedaría fija.



Mi idea funciono. Estaba un paso más cerca de ver el casco terminado. La emoción de saber que sería hecho por no habría ningún otro igual era indescriptible, me sentaba por largos ratos a observar mis avances. pasaba entre mis manos la púa, pensando, ¿para que servia?


He pensado que la púa quizá sirviera de soporte para alguna cresta o quizá un pequeño adorno similar al casco sajón de Benty Grange




 Pase a trabajar con los oculares, a pesar de que quería mi casco lo más parecido al original no puedo resistirme a hacer curvas en las cejas a los nasales u oculares de los cascos.

Fue difícil hacer los oculares, la opción más viable hubiera sido hacerlo de dos piezas, pero buscaba acercarme lo más posible al verdadero así que lo hice en una pieza.

Después de muchas horas de sufrir por el frío y por cortar los oculares, por fin resulto, remache todo, sentía mucha impaciencia, a cada remache que ponía contemplaba el casco por veinte minutos. 




Después de mucho remachar y contemplar sentí que ya había terminado, pero faltaba un detalle muy importante, el acolchado; intente hacerlo de cuero, como comúnmente se ve en internet, pero buscaba algo único así que hice estos "paneles" de lino con 10 capas de de tela por dentro y los coloque como si fuese el soporte de cuero "tradicional", coloque las correas y se podría decir que esta terminado, el resultado del interior me recuerda a los cascos de la segunda guerra mundial.


Lo único que falta es llenarlo de malla, espero poder hacerlo en estas vacaciones, el casco a quedado un poquito grande, cosa de nada, pero con el acolchado queda perfecto.



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