Saludos, mi nombre es Luis Armando D. Alarcón, he iniciado este blog con la intención de hacer más detallado del proceso de elaboración de mis trabajos (en Facebook sólo subes fotos y ya), he estado en la recreación histórica hace seis años aproximadamente aunque de un año a la fecha he sentido una mejora incomparable con mis anteriores trabajos, además, el estar estudiando la licenciatura en historia me ha ayudado a mejorar mis técnicas de investigación y deducción, por el mismo entorno en el que estudio me he exigido cada vez más rigor histórico.
Comencé haciendo cosas medievales sin conocimiento de la periodización, hacia bolsos del siglo XV y los usaba con indumentarias del siglo XII, pero bueno, apenas y tenia quince años, con el tiempo y por razones que seria muy difícil y tardado contar fui enfocando mi esfuerzo en la recreación de los guerreros longobardos del siglo V - VII, la oscura e inquietante senda de los germanos me llevo hasta las frías tierras del norte y me empape de quienes quizá sean los más grandes exponentes de la increíble fuerza pagana, los vikingos. No hay nada que me erice más la piel que la historia de los vikingos.
Desde que comencé a ahogarme en los fiordos de la historia vikinga he sentido una conexión inexplicable, desde pequeño los admiraba, jugaba a ser uno de ellos, pero, cuando leí las primeras paginas de un libro sobre los hombres del norte mi corazón palpito como el trote de un caballo, mi continuo estudio y trabajo de recreación me ha hecho tener mi mente en un mundo de hace mil años y mi cuerpo en el presente, de momentos pierdo la noción del tiempo y de mi entorno, mi mundo se ha fragmentado, a pesar de ser ateo, los dioses paganos del norte me han extendido sus manos y pese a las contradicciones de mi mente, con fe verdadera, me he encomendado en numerosas ocasiones a los dioses.
No sé en donde termine este camino, ni sé si perderé la cabeza en el trayecto o ya la he perdido, pero seguiré en él -vaya que cursi-, más que por recreación histórica hago esto por estar en paz conmigo mismo.
¡Heil!
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